
Si quieres ser una buena madre para tus hijos, debes ser primero buena contigo misma, es decir, primero debes preocuparte de ti. Las mujeres tendemos a postergarnos mucho por nuestras familias, especialmente por nuestros hijos. Por atenderlos llegamos a olvidarnos que también somos mujeres, profesionales, pareja, etc…. no sólo madres. Durante una larga etapa nos olvidamos de cuidarnos a nosotras mismas y esto tiene un costo, un costo alto para nosotras, para nuestras parejas y para nuestros hijos.
Si realmente, de corazón quieres ser una buena mamá, no te olvides de ti… No te olvides de tu salud, de tus tiempos, de tus hobbies, de salir con tus amigas, de arrancarte con tu pareja y volver a pololear, de llevar a cabo ese sueño profesional. No estoy diciendo que descuides a tus hijos, si no que te estoy recomendando que el tiempo no puede ser solo para ellos, porque para que tú seas recordada por ellos y les dejes un lindo legado, debes haberte puesto a ti por delante al menos un par de veces al día. Cuidar de ti no es egoísmo, es una señal de que eres una mujer madura que tiene claras sus prioridades y que conoce sus debilidades. No puedes dar lo que no tienes, si tú no estás bien, no podrás dar lo mejor de ti.
Las mujeres que tenemos hijos pequeños sabemos que darnos un poco de tiempo es muy difícil ya que los niños en edades tempranas son altamente demandantes, es por esto que es necesario buscar redes de apoyo. Necesitamos educar en tribu, de lo contrario el desgaste de las madres llega a un nivel poco sano para las familias. ¿Cómo podemos pretender educar a hijos felices, tener paciencia en las pataletas y darse el tiempo para escuchar a nuestros hijos si durante 24 horas no hemos podido hacer nada más que criar? No es recomendable educar solas, debemos saber pedir ayuda y si estás criando en pareja, dividir las tareas. No podemos creernos las súper mujeres, porque no lo somos.
Espero que este artículo te haya llevado a reflexionar sobre tu maternidad y que te lleve a tomar acción. Hoy mismo, proponte hacer algo por ti, pide una hora para la peluquería, sal a almorzar con alguna amiga, parte ese libro que tienes en tu velador desde hace meses, etc. Tus hijos te lo agradecerán, ya que se encontrarán con una mamá más contenta, con más paciencia y más energía. Tus hijos se encontrarán con una mujer feliz, capaz de entregar lo mejor de sí misma.
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